Post date: Apr 13, 2013 9:17:48 AM
Ciudad de México
La afición abarrotó la función nocturna de boxeo amateur de la Serie Mundial de Boxeo (WSB) que se montó en plena plancha del Zócalo, para un aforo de 2 mil 500 personas con entrada gratuita.
Personas hicieron fila desde antes de las 18:00 horas, y al final 600 se quedaron fuera, por lo que tuvieron que ver las peleas atrás de las vallas metálicas y a través de las pantallas gigantes.
Fueron casi tres horas de box, cinco peleas de cinco rounds cada una, un mexicano contra un extranjero en cada cotejo... en ninguna hubo nocaut.
De las salidas del Metro, de los corredores históricos como Madero, Moneda o Brasil, parejas, grupos de amigos y más en familia, comenzaron a llenar el graderío y sillas alrededor de un cuadrilátero montado con todo y luces al costado poniente de la Plaza de la Constitución.
Una contienda internacional en pleno Zócalo, para muchos fue el round de sombra de un proyecto que tiene el Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera: el presentar en junio a Julio César Chávez junior.
Por lo pronto, el encuentro fue entre Guerreros de México contra Astana Arlans de Kazajistán, en la que los mexicanos perdieron tres peleas.
Frente a una de las dos pantallas gigantes, Carlos, de 16 años, se quedó sorprendido al escuchar la historia del primer mexicano en combate.
"Yo tengo que ayudar en la tienda de mi mamá", narró el pugilista.
Carlos escuchó que Elías "El Tornado" Emigdio, peso ligero (54 kilos), originario de una pequeña comunidad de Zitlala, Guerrero, debe trabajar sábados, domingo y días festivos, además de entrenar.
"Yo no festejo, aquí estoy metido atendiendo a la gente. Mi padre trabaja en seguridad auxiliar y para mantener a la familia debemos de trabajar.
"Nos venimos de Zitlala cuando tenía 6 años, ha sido difícil, desde los 11 años trabajo, para mi nunca hubo Reyes Magos, ahora espero pronto estar estudiando arquitectura o derecho", se escuchó en las bocinas ambientales de la arena montada en el Zócalo.
Carlos volteó a ver su papá quien le dijo: "Ya escuchaste, él tiene que trabajar, tú sólo debes ayudar y salir bien en la escuela".
En el discurso fue ejemplo, pero ya en el ring "El Tornado" perdió frente Meirbolat Toitov por decisión de los jueces.
Para la segunda pelea algunos espectadores comenzaron a dejar las gradas, pero nunca dejó de verse vacío, pues fueras de las vallas había cientos de personas sentados en la plancha, pues ya no alcanzaron pulseras gratuitas distintivas para poder entrar.
Ganaran o perdieran los mexicanos, el apoyo de los capitalinos se dejó sentir en gritos, albures, sonidos de trompetillas que fueron repartidas y gritos a los mexicanos como: "No le pongas la cara en el guante".
Desbordada la área en el Zócalo, hubo indicios sobre qué deben hacer las autoridades ante una pelea con mayor convocatoria, pues entre los asistentes hubo tráfico de pulseras para poder entrar.
Eso sí, no hubo venta de cerveza, de refrescos, ni de agua, aunque los asistentes VIP que se encontraban en ring-side tuvieron atención de meseros, mismos que le dieron una que otra bebida y snacks.
Incluso, el evento llamó la atención de algunos extranjeros, que aprovechando la vista privilegiada en las alturas observaron los combates mientras comían en dos de los hoteles con vista hacia el Zócalo.
Por Manuel Durán, Periódico Reforma, 13 de Abril del 2013