Época del Virreinato | Historia de la Ciudad de México

En 1521 Cortés decidió establecer en la antigua Tenochtitlan la nueva capital de la Nueva España, por lo que ordenó su reconstrucción ya que había sido destruida durante la guerra de conquista. Entre tanto se reconstruía, estableció el gobierno español en la población de Coyoacán, al sur del lago de Texcoco. Desde allí gobernó provisionalmente con el título de Capitán General que le ratificó el emperador Carlos V. Desde ésta población de Coyoacán partieron las expediciones de conquista de lo que había sido el imperio mexica, con el propósito de someter a los pueblos indígenas de los diversos rumbos de lo que sería el reino de la Nueva España. En 1528 fue establecida la Primera Audiencia de México, encabezada por Nuño de Guzmán y en 1535 se estableció el virreinato de la Nueva España, siendo su primer virrey, Antonio de Mendoza, quien continuó con la expansión territorial de la conquista española.

La Ciudad de México se dividió en barrios (que se asentaron sobre las estructuras territoriales de los calpullitin mexicas). Las tierras situadas alrededor del lago fueron divididas en encomiendas, que luego se transformaron en ayuntamientos. Los pueblos de indios estaban situados originalmente en las orillas de las ciudades españolas, aunque con el paso del tiempo los límites fueron cada vez menos claros y los indios llegaron a vivir en los pueblos españoles, casi siempre por razones de trabajo. Al mismo tiempo que se fundaron diversas instituciones políticas en los nuevos dominios españoles, también tuvo lugar un proceso de aculturación de los naturales. Hubo una intensa campaña de latinización de los indios, encabezada primero por los franciscanos, que establecieron instituciones como el Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco. En ellos, los nobles indígenas aprendieron el latín, la doctrina de la Iglesia Católica y numerosos artes y oficios.

Durante la época colonial, la Ciudad de México se llenó de suntuosas construcciones, ya fuera para el culto religioso, como edificios destinados a la administración, o bien, residencias de la élite criolla y peninsular. En contraste, la mayor parte de la población, indígena, vivía en la miseria en los barrios de la periferia y los pueblos ribereños o montañeses. Mientras el centro de la ciudad era objeto de constantes hermoseamientos (como las remodelaciones del Zócalo, o la pavimentación de las calles, a costa de los viejos canales); en las orillas la gente vivía en casas de bahareque asentadas sobre cenagales.

La ciudad virreinal fue víctima de varias inundaciones (1555, 1580, 1607, 1629, 1707, 1714, 1806), resultado de la destrucción de los diques que la protegían durante el sitio de Tenochtitlan, de las cuales la mayor fue la de 1629. Este hecho llevó a tomar la decisión de desecar la cuenca lacustre del Valle de México, por medio de la construcción de un canal de desagüe y un tajo, para drenar y dar salida a las aguas por el río Tula.